Hunucmá, Yucatán – La reciente decisión de la alcaldesa Cristina Pérez y sus regidores de imponer un nuevo impuesto a los micronegocios locales demuestra una alarmante desconexión con la realidad económica de los emprendedores de la ciudad. En lugar de impulsar políticas públicas que favorezcan el crecimiento de los pequeños negocios, el gobierno municipal opta por gravar aún más a aquellos que ya luchan para sobrevivir en un entorno económico difícil.

Lo más preocupante de esta medida es la complicidad de los regidores de oposición, incluidos los de Morena, PT y Nueva Alianza, quienes han respaldado la implementación del impuesto. Esto pone de manifiesto que la política en Hunucmá no entiende de colores partidarios, sino de un interés común por mantener una estructura fiscal que no favorece a la ciudadanía ni a los pequeños empresarios. La justificación de la medida, supuestamente para mejorar los servicios urbanos, resulta vacía e insostenible cuando los empresarios enfrentan a diario los obstáculos de la inflación, la falta de infraestructura y la inseguridad.

Los micronegocios en Hunucmá, que representan el sustento de muchas familias y contribuyen significativamente a la economía local, no necesitan más impuestos. Necesitan apoyo, facilidades y políticas que incentiven su crecimiento. En lugar de fomentar el emprendimiento, la administración municipal ha elegido asfixiar a quienes se atreven a mantener viva la economía local.
La falta de empatía y visión de futuro de quienes toman estas decisiones es evidente. En lugar de ser aliados de los pequeños empresarios, la alcaldesa y los regidores se convierten en un obstáculo para su desarrollo. La sociedad de Hunucmá exige líderes que entiendan las necesidades reales de sus ciudadanos, no políticas fiscales que ahoguen el esfuerzo de quienes día a día intentan salir adelante.
Por JAC
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