Por JAC
Mérida, Yucatán, 22 de febrero de 2025 – La emblemática Villa de Guadalupe, en el corazón de Mérida, fue blanco de un acto vandálico la noche del viernes. Delincuentes forzaron las dos puertas de ingreso al templo y dañaron varias criptas, dejando tras de sí un rastro de indignación y preocupación. El rector del santuario, el presbítero Alfredo Cirerol Ojeda, confirmó los hechos y lanzó un llamado urgente: la sociedad yucateca está fracturada.

“Algún o algunos desquiciados, ignorantes y enemigos de la vida comunitaria irrumpieron violentamente en este lugar sagrado”, denunció el padre Cirerol. Aunque descartó el robo de objetos litúrgicos y aseguró que el Santísimo Sacramento permanece intacto, los daños materiales son evidentes. “No se llevaron nada importante, pero estamos evaluando el alcance”, precisó.
El rector no ocultó su alarma ante lo sucedido. “Cuando se falta al respeto a lo más sagrado, la sociedad ha caído en una espiral de decadencia cuyo final es incierto”, afirmó. En un mensaje cargado de esperanza y perdón, exhortó a los responsables a arrepentirse y devolver lo sustraído, si algo fue tomado. “No guardamos rencor; solo alguien muy dañado interiormente actuaría así”, añadió.
La iglesia ya planea reforzar su seguridad para evitar futuros incidentes. Mientras tanto, Cirerol invitó a la comunidad a orar para que actos como este no se repitan y a reflexionar sobre el deterioro social que reflejan. “Es un síntoma de una grave fractura en nuestro tejido social”, sentenció.
Este vandalismo sacude a una Mérida que presume paz, pero que ahora enfrenta preguntas incómodas sobre su rumbo.
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