9 de febrero de 2025
Un caballo de calesa colapsó en plena vía pública de Izamal, agotado por el esfuerzo y las condiciones extremas en las que son obligados a trabajar estos animales. El cochero, desesperado, intentó reanimarlo mientras turistas y locales observaban la escena.

No es un caso aislado. En Izamal, los caballos de calesa son utilizados como atractivo turístico, sometidos a largas jornadas bajo el intenso calor y el esfuerzo constante de arrastrar vehículos pesados. A pesar de las múltiples denuncias de organizaciones animalistas y ciudadanos, las autoridades han hecho poco por garantizar su bienestar.
Este nuevo incidente demuestra la urgencia de regular la actividad y reemplazar las calesas tradicionales por alternativas más seguras y humanas. Mientras no haya medidas efectivas, los caballos seguirán siendo víctimas de la explotación disfrazada de tradición.
Por JAC
Deja una respuesta