Por JAC
Yucatán está viviendo una serie de movimientos de ajedrez en cuestión políticos que están causando revuelo en el escenario local. Esta semana, siete presidentes municipales decidieron abandonar sus partidos para unirse a Morena, y lo hicieron en un proceso muy parecido entre sí. Según los rumores, el atractivo de recibir hasta 500 mil pesos por parte de Morena ha sido el principal factor que ha impulsado este “chapulineo” político, sumando aún más controversia a la situación. La estrategia: publicar fotos de sus cartas de renuncia en redes sociales, un gesto que no solo ha dejado claro su cambio de lealtades, sino también su respaldo al proyecto de gobierno del gobernador Joaquín Díaz Mena y la presidenta Claudia Sheinbaum.
El Patrón de las Renuncias: Misma Estrategia, Mismos Mensajes
La tónica de las renuncias fue uniforme: los ediles publicaron una fotografía en la que mostraban la notificación de su renuncia, acompañada de un mensaje de adhesión al proyecto de Morena. Desde el miércoles 22 hasta el jueves 23 de enero, los alcaldes de Yucatán se alinearon con la Cuarta Transformación, anunciando su cambio de partido en sus redes sociales, ya sea en cuentas personales o en las del municipio que gobiernan.
Carlos Uc Pech, alcalde de Yaxkukul, quien llegó a su cargo como abanderado de Nueva Alianza, fue uno de los primeros en hacer público su cambio de militancia, y en sus palabras manifestó:
“Para emprender un nuevo camino que me permita trabajar de la mano con el gobierno y fortalecer los lazos con quienes comparten la visión de un mejor futuro para nuestra gente”.
Agustín Herrera, alcalde de Sanahcat, quien también renunció a Nueva Alianza, hizo una declaración similar, destacando la importancia de sumarse a los esfuerzos del gobierno estatal.
Desbandada en Todos los Frentes: PRI, PAN y Movimiento Ciudadano También Pierden Fuerza
El PRI, que también sufrió la renuncia de uno de sus principales representantes, vio partir a Carlos Chay, alcalde de Kaua, quien tras su renuncia expresó:
“Hoy doy este paso valiente y significativo para respaldar al gobernador, por ello, con determinación y orgullo, anuncio mi adhesión a su proyecto”.
El mismo día, otro priista, Carlos Cabrera Rivero, alcalde de Telchac Pueblo, siguió el mismo patrón y publicó su renuncia a través de las redes sociales.
Movimiento Ciudadano no fue ajeno a la desbandada, ya que Gerónimo Medina, presidente municipal de Dzilam de Bravo, decidió dejar el partido y unirse a la visión transformadora del gobernador:
“Hoy anuncio mi decisión de salir del partido al cual pertenecí hasta el día de hoy, para sumarme a la visión transformadora del gobernador de Yucatán”.
Por su parte, el Partido Acción Nacional (PAN) también perdió a uno de sus alcaldes más importantes, Raúl Alfredo Valencia Heredia, presidente municipal de Sudzal, quien expresó en redes sociales:
“En este tiempo de reflexión he comprendido que tenemos que priorizar los intereses del municipio antes que los personales. Estamos viviendo tiempos difíciles en donde sólo podremos salir adelante trabajando en unidad”.
La Larga Sombra del Chapulineo
El cambio de partido de estos alcaldes no solo deja claro el poder de atracción que Morena está ejerciendo en Yucatán, sino también lo que podría interpretarse como un “chapulineo” político organizado, donde las promesas económicas parecen ser el motor detrás de las decisiones. La alineación con Morena de estos ediles también pone en evidencia la capacidad del gobierno estatal para atraer figuras clave de partidos tradicionales en Yucatán, además de reforzar la imagen de un proyecto de gobierno que busca consolidarse a nivel local.
Medios locales informaron que Rogel Gamboa, presidente municipal de Tepakán, quien pertenecía al extinto Partido de la Revolución Democrática (PRD), también se sumó a la ola de cambios de partido, fortaleciendo aún más el movimiento en la región.
Conclusión: Un Mapa Político en Plena Reconfiguración
Esta desbandada de alcaldes refleja una reconfiguración política en Yucatán que podría tener profundas implicaciones para el futuro de la región. ¿Se está viviendo una genuina adhesión a los proyectos de Morena, o simplemente se trata de un movimiento impulsado por intereses personales y económicos? Solo el tiempo dirá si este “chapulineo” político marca el inicio de una nueva era para Yucatán o si se trata solo de una maniobra para ganar terreno en tiempos electorales.







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